En un estudio realizado por Moody’s Investors Service, se encontró que las empresas que cuentan con una mayor presencia de mujeres en sus plantillas, así como en puestos de liderazgo y consejos de administración, tienden a tener una mayor estabilidad financiera, económica y crediticia. Este equilibrio de liderazgo permite un mejor manejo corporativo y favorece los procesos administrativos tanto cualitativa como cuantitativamente, lo que repercute en las calificaciones internacionales de las empresas.
En la región de Norteamérica, las mujeres representan el 44% de la presencia en los consejos de administración de las organizaciones y empresas mejor calificadas. Sin embargo, la representación de las mujeres en los niveles más altos de las empresas varía considerablemente en todo el mundo, desde un 33% en Europa hasta un 18% en África y Medio Oriente.
En un mundo en constante transformación, con cambios económicos y geopolíticos, la integración laboral de las mujeres adquiere una importancia crucial para eliminar las disparidades de género y mejorar los indicadores de crecimiento en cada región.
Es fundamental que la inclusión vaya de la mano con programas de compensaciones y beneficios efectivos, autonomía laboral, flexibilidad organizativa, liderazgo inclusivo y mejora de competencias digitales. La inclusión integral en todas las áreas es necesaria para lograr una mejora y un crecimiento multifactorial.
El acceso a las oportunidades dentro de las organizaciones es vital para implementar planes de igualdad de género. Por lo tanto, es de suma importancia que los departamentos de recursos humanos lleven a cabo procesos de selección inclusivos y éticos, basados en la igualdad de oportunidades.
Los planes de igualdad deben incluir acciones que garanticen un equilibrio profesional y promuevan constantemente la retención del talento. Es esencial analizar la brecha de género en el entorno empresarial y valorar los distintos puestos de trabajo sin prejuicios discriminatorios.
Asimismo, es necesario implementar planes de equilibrio de género que establezcan condiciones de igualdad laboral entre mujeres y hombres. Estas acciones son fundamentales para corregir la subrepresentación y favorecer al género menos representado.
Las mejores empresas, que van más allá de los discursos, contratan más mujeres para puestos de liderazgo. Estas empresas promueven la igualdad retributiva, la conciliación y la equidad de condiciones laborales entre mujeres y hombres. Además, facilitan la conciliación de la vida profesional y personal, lo que contribuye al crecimiento y desarrollo de la carrera de las mujeres, y en última instancia, al crecimiento de la empresa y la región en su conjunto.